domingo, 20 de mayo de 2007

Un error

Álvaro Ayala

En este tercer número vamos a dedicarlo al pasado G. P. de España, ya que dio mucho que hablar. Y entre lo ocurrido he escogido la maniobra entre Alonso y Massa en la primera curva de la carrera.

He leído multitud de opiniones y de todos los colores: que si valentía, precipitación o ansiedad de parte del asturiano; que si correcto, sucio o sancionable la acción de Massa… En definitiva, multitud de puntos de vista. Pero lo cierto es que sólo me fío de mi propio juicio. Y yo vi esto:

En primer lugar decir que sí; acepto que las posibilidades de Alonso de ganar por la carrera pasaban mayoritariamente por pasar a Massa a lo largo de la primera vuelta. Pero no hay necesidad ninguna de ganar la carrera. No podemos condicionar la actuación del piloto a la del lugar en que se compita.

La maniobra que Alonso realizó para intentar el adelantamiento se vio a kilómetros que terminaría en la arena. La primera curva no es más que la primera parte de una enlazada de tres cambios de dirección. Y en el último cambio, Alonso seguiría estando por fuera y en desventaja.

No hay necesidad ninguna de arriesgar una carrera por ganar ante tu público. La segunda plaza (y el liderato del Mundial) no se le habría escapado seguro.

Y en segundo lugar, quiero mostrar mi escepticismo cuando Alonso justificó su lento ritmo de carrera la pérdida de un elemento aerodinámico que aseguró que le restaba ¡¡0’5 segundos por vuelta!! ¿Qué pieza sería? Ni el alerón trasero… Lo cierto es que no esta siendo capaz de ir todo lo rápido que sabemos que puede llegar a ser. Sin embargo, ya ha ganado una carrera… Ya veremos en Mónaco.

El hecho destacable, y a la vez curioso, es que Hamilton se ha colocado como líder del Mundial (enhorabuena) siendo el único piloto de los cuatro de arriba que no ha ganado ninguna carrera. ¿Será en Montecarlo? Por cierto, no me quiero ni imaginar como estarán en Gran Bretaña.

Agur.

jueves, 3 de mayo de 2007

Necesitamos nuevas caras

Álvaro Ayala

La Fórmula 1 es una categoría inmensamente compleja y difícil, en la que para ser número uno debe darse unos factores determinados propicios para ello, suerte y sobre todo mucho talento. Y puede ser que ese talento no sea del que se crea a base de práctica y experiencia, sino ese talento con el que se nace. La aventura de todo aquel que desea aspirar a pilotar monoplazas, y en el futuro ser un grande en la máxima categoría, deben pasar, casi obligatoriamente, por los karts. Es desde aquí cuando los chavales de 13 o 14 años comienzan a labrarse su futuro.

El circo de la F1 está siempre marcado por el rendimiento de los pilotos, que viven constantemente bajo la presión de la espada de Damocles, que amenaza con destruir, a veces, la carrera profesional de estos jóvenes (recordemos casos como el de Anthony Davidson, de sobra más rápido que Button o Villenueve hace varios años en Bar-Honda, o el de Ricardo Zonta en Toyota, eclipsado por Olivier Panis Y Cristiano Da Matta) que realmente no tiene tiempo de demostrar su valor a los volantes de los monoplazas más rápidos del planeta.

Desgraciadamente (o por suerte, según quien lo mire), este caso no se da siempre y existen algunas excepciones. En la actual parrilla hay una serie de pilotos que llevan demasiados años compitiendo y que no demuestran méritos para mantenerlos ahí. Estos pilotos ocupan asientos que deberían estar ocupados por jóvenes promesas (Kubica, Vettel, Rosberg, Kovalainen y sobre todo Hamilton), pues haría muchísimo bien a la categoría.

Hablo de los Fisichella, Trulli, Ralf Schumacher, Barrichelo o Mark Webber entre otros. Estas viejas glorias ya no tienen nada que ganar y menos que demostrar. Veamos caso por caso resumidamente.

Giancarlo Fisichella, en un símil futbolístico, sería algo así como Guti. Una eterna promesa. Estos últimos 4 años no ha sido más que un piloto del montón, y que tiene un cartel de gran piloto, para mí, inmerecido. Jarno Trulli pasó a Toyota para firmar el fin de su carrera, ya que no creo que después de sus actuaciones en la escudería japonesa, alguna otra le ofrezca algún asiento al término de su contrato actual. Y Ralf Schumacher más de de lo mismo, aunque Willy Webber asegure que no le faltarán asientos. Lo único bueno que tiene es el apellido. Al apellido que tanto le ha ayudado a mantenerse en la elite suponemos que se le ha acabado el crédito. Y no está su hermano para protegerlo como anteriormente lo hacía. Y por último Rubens Barrichello. El pobre tiene la esperanza de ser Campeón del Mundo. Pero el tiempo que malgastó ejerciendo de fiel y noble escudero del Caballero de los 7 mundiales e incontables récords le ha pasado factura. Su época ha pasado.

De todas estas viejas glorias solo me quedo curiosamente con quien tiene más edad de los actuales pilotos. David Coulthard fue grande. Logró grandes victorias. Pero en Red-Bull está pasando desapercibido. Sin embargo, de vez en cuando, realiza actuaciones realmente espectaculares, como en el último GP de Bahrein o el pasado año en Monte-Carlo, donde fue tercero con su Red-Bull (recordad la imagen del podio con la capa de Superman).

Si Bernie Ecclestone leyera esto (algo imposible, improbable, increíble y hasta fantástico) posiblemente estaría de acuerdo conmigo. Hasta la próxima.

P.D: Sé que el que siga y me encante este deporte no me da licencia para hablar de él públicamente y en una revista, pero me gusta hacerlo. A quien no le guste bien, y al que sí, mejor. Agur.